La precisión hace finalista al Barça
El equipo azulgrana impone su pegada ante la falta de puntería del Villarreal
Cayetano Ros El País
5 MAR 2015
Cómo han cambiado los tiempos para el Barça,
que puede ganar sin necesidad de imponerse en el centro del campo. Le
basta con conseguirlo en las áreas, especialmente en la contraria, donde
Neymar, Luis Suárez y Messi conocen todos los secretos habidos y por
haber. Muy a gusto Leo en ese papel de lanzador, el brasileño y el
uruguayo se disponen a ponerse las botas. El primero pone el ojo y los
otros dos los desmarques y la definición. Los goles caen por su propio
peso. El Villarreal
hizo lo que debía: plantar cara a la eliminatoria con una línea muy
poderosa en la medular, acumular un puñado de ocasiones de gol y esperar
a que surtiera efecto. Le faltó puntería y le sobró una entrada de Pina
por detrás a Neymar. Esa acción cerró la puerta de la eliminatoria al
ser expulsado el mediocentro amarillo justo cuando más abierta estaba la
contienda (m. 64). Con uno más, ya fue un monólogo azulgrana y una
reivindicación del viejo estilo en el magnífico centro de Xavi para el
tanto de cabeza de Neymar.
Un pequeño castillo de fuegos artificiales, lanzado desde fuera del
estadio, recibió a las dos filas de jugadores en su entrada en el campo.
Un presagio de los primeros minutos, excelentes por ambos conjuntos. El
Barça quebró el ímpetu amarillo con una obra de máxima precisión. El
pase desde su campo de Mascherano hacia el extremo izquierdo fue
reclamado por la grada como fuera de juego. No lo era. Luis Suárez
cambió completamente de orientación al otro flaco y allí apareció Messi.
La Pulga detuvo el tiempo, vislumbró un desmarque de Neymar desde la
luna del área y le envió la pelota justo donde solo podía llegar el
brasileño, ningún defensa ni tampoco el portero. Neymar solo hubo de
impulsar el esférico a bote pronto con la zurda por encima de la salida
de Asenjo.
Villarreal, 1-Barcelona, 3
Villarreal: Asenjo; Mario, Musacchio, Víctor Ruiz, Costa; Jonathan, Trigueros (m. Moi Gómez, m. 75), Pina, Cheryshev (Campbell, m. 69); Vietto y Uche (Giovani, m. 62). No utilizados: Bañuz, Dorado, Bailly y Moreno.Barcelona: Ter Stegen; Montoya, Piqué, Mascherano (Rakitic, m. 76), Alba; Rafinha (Xavi, m. 65), Busquets (Mathieu, m. 42), Iniesta; Messi, Suárez y Neymar. No utilizados: Masip; Pedro, Adriano y Alves.Goles: 0-1. M. 3. Neymar. 1-1. M. 39. Joanthan. 1-2. M. 73. Suárez. 1-3. M. 88. Neymar, de cabeza.Árbitro: Fernández Borbalán. Expulsó a Pina (m. 66) con roja directa por una dura entrada a Neymar. Amonestó a Jonathan Dos Santos, Cheryshev. Piqué, Campbell,Lleno en el Madrigal. Clasificado el Barcelona con un global de 2-6 (3-1 en la ida).
Era el minuto 3 y para El Madrigal puso haber sido el fin de la
fiesta, como si le hubiesen pinchado todos los globos amarillos
desperdigados por el terreno de juego. Pero su equipo se rebeló contra
eso. Al Villarreal no le falta calidad para triangular, elaborar y
avanzar escalonadamente hacia la portería contraria. También la de Ter
Stegen, sometido a una dura jornada laboral, una batería de remates
fallidos de los delanteros locales. Todo partía de una presión amarilla
muy efectiva a la salida del balón azulgrana. Pina, Trigueros, Jonathan
dos Santos y Cheryshev ganaron la partida del centro del campo. Robos y
profundidad por las bandas, especialmente la izquierda: Jaume Costa
aprovechó las facilidades de Montoya, titular inesperado en lugar de
Dani Alves. La zaga azulgrana ofrecía goteras de distinta importancia,
manifestadas por la airada discusión de Piqué con Jordi Alba a cuenta de
quién debía marcar a quién.
“Ohhhh”. El caño de Messi a Pina provocó este suspiro irreprimible
entre la grada, a pesar de ser mayoritariamente amarilla. Messi estaba
dispuesto a todo, también a arremangarse en ese mano a mano defensivo
contra Jaume Costa, saldado a favor del crack argentino. Neymar mantenía
un duelo feroz y equilibrado con Mario, el lateral derecho de moda. A
la habilidad del brasileño, el alicantino respondía con concentración y
oficio. Y todo lo que hizo Luis Suárez pesaba oro. Como esa prolongación
de zurda desde el círculo central hacia la carrera en solitario de
Neymar hacia Asenjo. La frustró, cómo no, Mario.
La confianza en su propuesta del Villarreal se vio premiada antes del
descanso. El centro templado de Jaume Costa desde la esquina izquierda,
otra vez imponiéndose a Montoya, lo embocó también a bote pronto
Jonathan dos Santos, que llegaba, como marcan los cánones del interior
derecho, a rematar al segundo palo. La acción vino precedida de una
desgracia. En el servicio de Pina a Cheryshev que abrió la jugada, el
mediocentro rubio se llevó por delante a Busquets al clavarle los tacos,
involuntariamente, en el tobillo derecho. Las imágenes de Busquets
retorciéndose de dolor estremecieron El Madrigal. Mathieu, casi sin
calentar, entró para sustituirlo. Y Mascherano se adelantó a la medular.
La segunda parte comenzó con la inercia del final de la primera, un
Villarreal crecido y un Barcelona esperando a que escampara. Marcelino
podía sentirse orgulloso de sus jugadores, capaces de salir victoriosos
al menos en la mitad de los uno contra uno contra las estrellas
blaugranas. En uno de ellos, Víctor Ruiz y Luis Suárez, bregaron como
dos reses bravas por la posesión del balón en una esquina del campo.
Marcelino pretendió agitar su ataque (Gio dos Santos por Uche)
mientras Luis Enrique trató de anestesiarlo (Xavi por un apagado
Rafinha). Un minuto más tarde se acabó la cita. La terrible entrada por
detrás de Pina a Neymar supuso la expulsión de uno de los jugadores más
sobresalientes del encuentro, el dueño del ritmo junto a Trigueros. El
Barça se iba a encontrar en el último tramo con mucho espacio a la
espalda de la zaga ‘grogueta’. Lo aprovechó Luis Suárez para echarle una
carrera a Víctor Ruiz, enseñarle la matrícula y batir a Asenjo.
Resuelta la eliminatoria, Marcelino ya reservó a Trigueros para la Liga
ante el Celta y Luis Enrique protegió a Mascherano, apercibido en esta
semifinal. Tiempo para tocar el Barça y para añorar a Xavi, autor del
centro templado del cabezazo final de Neymar que ponía el lazo a la
eliminatoria. El Barça de Luis Enrique alcanza su primera final gracias
al genio de sus tres delanteros.
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