domingo, 12 de mayo de 2013



Iniesta, de cabo a rabo

El medio manchego ha sido protagonista toda la temporada por la regularidad de su juego

Iniesta celebra el título y su cumpleaños. / @ANDRESINIESTA8

Andrés Iniesta no es el jugador del Barcelona que más minutos y partidos acumula en esta Liga. Tampoco quien ha marcado más goles, ha dado más pases, ha rematado más a puerta, ha forzado más tarjetas al rival ni el que ha recibido más faltas o intentado más remates. Excepto en asistencias de gol —14 desde que comenzó la temporada—, en el resto de facetas del juego siempre hay un compañero, al menos, que le supera, pero ninguno ha estado más presente en este título que el chico de Fuentealbilla. Si un jugador ha mantenido una línea regular durante el año, si alguien ha mantenido el tono de cabo a rabo, ese ha sido Iniesta.
El manchego ha vuelto a crecer y ha consolidado su jerarquía en el mundo del fútbol, en el camino que le ha llevado a ganar la sexta Liga con el Barcelona, el título número 20 de su carrera. Mejor jugador europeo del año 2012 y tercero en la elección del Balón de Oro, Iniesta se ha consolidado como el mejor volante del mundo en un año de sobresaliente.
“Siempre creo que lo puedo hacer mejor y cuando empieza el año, uno de los objetivos es terminar la temporada con la sensación de haber aportado más que el año anterior. En ese sentido, estoy satisfecho. Sí, estoy contento porque tengo la sensación de haber crecido, de haber aportado más”, dice Iniesta. “No me voy a poner nota, no seré tan presuntuoso, pero sí tengo la sensación de haber aportado al equipo un poco más que el año pasado”. Lo que tiene claro es que a nivel general la temporada también ha sido buena.
“Un año nunca es malo cuando se gana la Liga. Si cada año estamos con que si no ganas la Champions es un mal año, nos equivocamos en este sentido. Hemos hecho un gran año y estamos orgullosos, la Liga es el título más importante de la temporada porque está marcado por la regularidad y después de todo lo que ha pasado, tiene un valor incalculable”, asegura.
Song, en cambio, representa la cruz de una segunda línea que ha sumado poco
En ese sentido, ha estado presente de cabo a rabo. A diferencia de Pedro, Busquets, Alves y Villa, que han tenido sus momentos, de Fàbregas, que empezó fenomenal y termina irreconocible, o de Puyol, martirizado por los problemas físicos, Iniesta siempre ha estado. Seguramente, solo Valdés, Messi y Piqué le han dado la mano durante el curso; uno por sus goles, otro por sus paradas y el central, por su presencia, liderazgo y responsabilidad, incluso en el peor año defensivo del equipo.
Iniesta ha tirado del carro, como extremo o como volante, indistintamente, en función de la necesidad del equipo. “Ha jugado mucho y bien donde le hemos pedido. Iniesta nos ha dado mucho y ha sido muy regular. En ese sentido, su aportación ha sido determinante, porque ha aparecido de principio a fin, a veces como interior, pero también partiendo desde la banda”, explicó el entrenador tras el partido ante el Betis.
Liberado por Vilanova —“haz lo que quieras, Andrés”, le llegó a decir una mañana—, el 8 ha marcado el camino en no pocos partidos. Mientras se exprime a Xavi, el Barça sigue a la espera de Thiago y no ha encontrado todavía lo que esperaba en Song, en quien el cuerpo técnico ve grandes condiciones pero no aún un rendimiento como se esperaba. Si Iniesta es la cara de los titulares, Song representa la cruz de una segunda línea que ha aportado más bien poco y simboliza una serie de fichajes que no han encajado perfectamente.
A punto de cumplir 29 años, la madurez de Iniesta es evidente, en lo futbolístico y especialmente en lo personal. A partir de la estabilidad emocional, ha vuelto a edificar su rendimiento en el entrenamiento invisible, eso es, en el círculo prevención-alimentación-descanso. “Vive por y para el fútbol”, dicen en la ciudad deportiva, donde esgrimen con orgullo el único parte médico que habla esta temporada de Iniesta y que remite al regreso de un partido en Georgia con la selección española, una elongación en el aductor que le tuvo 10 días parado. Y punto, ni una lesión más. “Hemos dosificado bien”, presumen en el cuerpo técnico.
Iniesta ha dejado de ser este año complemento y se ha convertido en protagonista. Su fútbol ya no se llena de adjetivos; por sencillo que parezca, es sustantivo.


Y, entre Mourinho y Guardiola, Tito

Vilanova reivindica el protagonismo de quienes han seguido en el Camp Nou en el primer año tras la salida de Pep



Tito da instrucciones a Messi en el partido ante el Betis. /GETTY

Tito Vilanova utiliza el plural cuando habla del trabajo de entrenador del Barcelona y se refiere a los años que lleva como técnico. Nadie diría que ha debutado esta temporada en el banquillo del Camp Nou. No es que haga ver como si todo siguiera igual que el curso pasado, sino que pretende reivindicar la tarea de cuantos continúan en el Barça después de la salida de Pep Guardiola. Tito, al fin y al cabo, no estuvo en la despedida de Guardiola el 27 de abril del año pasado porque en el mismo acto dejó de ser su ayudante para convertirse en su sustituto, escena a partir de la cual se explica el enfriamiento de las relaciones entre dos íntimos amigos.
El propio Vilanova, quien en su presentación afirmó que perdería todas las comparaciones con Guardiola, recuerda: “Ya era yo quien preparaba el trabajo de campo cuando estábamos los dos”. Y si se le pregunta por la autogestión del equipo mientras a principios de año era tratado de su enfermedad en Nueva York, replica con ironía: “Si la hubo, la hicieron muy bien porque coincidimos en las alineaciones y los cambios”. Hoy ya no necesita ni mentar a Guardiola sino que se refiere al “anterior entrenador” para definir la sensación de que a su partida parecía que “se iba a hundir el mundo”. Tito y su cuerpo técnico se la jugaron por el Barcelona y reclaman su cuota de protagonismo en una obra colectiva que tiene su continuidad en el club con la conquista de Liga. No es solo una cuestión de autoestima.
Aunque pluralice, la intervención de Tito ha sido decisiva. El equipo se comportó de manera diferente en función de si estaba o no el entrenador. Hasta Navidad, el Barça funcionó como un tiro: le alcanzó con una primera vuelta de récord para desfondar al Madrid: 18 victorias y un empate precisamente en el Camp Nou contra el equipo de Mourinho. Los azulgrana plantearon los partidos como un intercambio de goles y Tito tuvo respuesta para las muchas lesiones que provocaron incluso la alineación de Adriano como central en el clásico.
El partido de referencia bien podría ser el 4-5 de Riazor. A cambio de perder control y presión, de ser más largo y vulnerable, el Barça ha ganado verticalidad, llegada y remate por el gatillo de Messi (46 goles) y la ofensiva de los laterales, aumentada por la entrada de Alba en lugar del hoy recuperado Abidal. Vilanova utilizó a menudo la misma alineación. Únicamente ha habido dos debates: Cesc e Iniesta se alternaban al inicio como interiores hasta que llegaron a formar juntos y después Villa recuperó la titularidad en detrimento de Cesc porque favorecía el juego de Messi.
Al equipo, pese a todo, le ha costado medirse a los grandes en el cuerpo a cuerpo
La inestabilidad fue manifiesta cuando recayó Vilanova de su enfermedad y en enero tuvo que ser tratado en Nueva York. Reventó el equipo por su esfuerzo en la Liga (ha cedido 12 puntos y tomado 37 goles) y penalizó en la Copa y la Champions. A pesar del 4-0 con el Milan, al Barça le costó enfrentarse a los grandes en el cuerpo a cuerpo y responder en las citas solemnes: el Madrid le ganó en la Copa y la Supercopa y el Bayern le goleó en la Champions. Alcanzado el éxito en la Liga, al final se mantienen las dos dudas del inicio: cómo encajar a Cesc y quién debe acompañar a Messi.
Hay grises que no conviene olvidar en la victoria, sobre todo por la división entre suplentes y titulares y la dificultad de adaptación de los fichajes y de ganar jugadores de la cantera. El núcleo duro del equipo, sin embargo, respondió estupendamente, sobre todo Iniesta, hilo conductor. A Vilanova le disgusta que le hagan según qué reproches porque entiende que ciertos defectos de hoy son los mismos que ya tenía ayer con Guardiola. Interpreta que se quiere quitar mérito al triunfo por haber ganado el título por anticipado y después de la dimisión del Madrid de Mourinho.
El final que protagoniza el portugués en Chamartín aumenta el mérito de Vilanova después de la salida de Guardiola. La normalidad y naturalidad frente a la emotividad y la tensión. Así que es lógico que Tito se reivindique y, de acuerdo con sus cuentas, el Barça suma 15 títulos por tres del Madrid desde 2008, el año en que llegó como técnico al Camp Nou. No se trataría por tanto de una transición sino de autoafirmación barcelonista por más que se diga que el juego perdió calidad y pasión. No ha habido más equipo en la Liga que el Barça.

Rosell: “Tras tantas barreras y complicaciones, es la Liga más especial de la historia”

“Esta Liga es muy especial, es el premio al esfuerzo, al espíritu de superación y la perseverancia de un grupo humano extraordinario”, expresó en las redes sociales Sandro Rosell, presidente del Barcelona, tras conseguir el título. Luego, en Barça TV, amplió su argumentación: “Si tuviera que grabar dos nombres en el título de Liga serían los de Tito y Abidal. Ha sido una Liga especial. La más especial de la historia del club tras tantas barreras y complicaciones. Se nos ha hecho larga”.
El dirigente azulgrana echó la mirada atrás, y reflexionó sobre las dificultades que ha afrontado el equipo de Vilanova y Roura para hacerse con el trofeo: “La nota que le pondría al equipo es excelente. Venimos de una temporada en la que hubo una caída aunque ganamos la Copa del Rey. El mejor técnico de la historia del club se fue. Por todo esto es un excelente”, explicó en el canal de televisión del club. “Para mí siempre somos los mejores del mundo. Seguimos siendo el mejor club del mundo. Pero aún así hay que hacer autocrítica. Las cosas que creíamos que había que mejorar hay que mejorarlas”, añadió, antes de referirse al papel del entrenador del equipo. “Tito tiene las ideas muy claras. Es muy respetado por todos. Me gusta todo de Tito. Es una persona que ha cubierto el lugar que ha dejado Guardiola, muy difícil de suplir".
¿Y el futuro? ¿Habrá cambios para volver a asaltar la Champions? “El ciclo del Barça sigue. La columna vertebral es la misma. Despues del partido ante el Bayern, mucha gente quería quemar el estadio, al equipo, a la directiva... Supongo que ahora no querrán quemar tanto”.



Una Liga en la clandestinidad

El Barça conquista su vigésimo segundo título. Una primera vuelta de ensueño y un Messi arrollador liquidaron el campeonato. La enfermedad de Tito, la rebaja en la excelencia y la pérdida de interés en favor de otras competiciones han eclipsado parcialmente la temporada doméstica

JORGE YUSTA Público 12/05/2013 

Jugadores del Barça celebran una victoria.

Jugadores del Barça celebran una victoria.REUTERS

Y pese a todo, la Liga. El Barça ha conquistado su vigésimo segundo título pero, acostumbrado el graderío a la excelencia, sobrevuela en el ambiente que se trata de un mal menor, un trofeo obtenido por obligación. Los sufrimientos en Champions, hasta el chaparrón contra el Bayern, la eliminación copera a manos del Real Madrid, y la destensión en la lucha por la Liga desde hace varios meses han ensombrecido una temporada soberbia. El Barça ha conquistado una Liga que ha dominado de principio a fin. Una tiranía basada en la exquisitez y en la regularidad más académica. Ha recuperado el trono perdido el año pasado ante el Madrid de los récords y suma su cuarto título en cinco años.
Sin embargo, la memoria es selectiva y la superioridad demostrada por los azulgranas en la primera fase de la Liga se tradujo en una sentencia anticipada del título a falta de muchas jornadas por disputar. Con el equipo blanco autodescartado casi desde el inicioy enfrascado en disputas internas tan solo el Atlético de Madrid tuvo los arrestos de plantar cara a los de Vilanova. Los de Simeone han dado el paso para convertirse en alternativa, en ser animador y asiduo a la zona alta pero todavía este año se ha visto superado por los dos grandes del fútbol español. 
La segunda vuelta, pues, fue convirtiendo los partidos en trámites calculadora en mano. El interés del aficionado y los medios fue decayendo y los focos se trasladaron al resto de competiciones. Como decía hace unos días el director deportivo azulgrana, Andoni Zubizarreta:  "La Liga era la competición más importante hasta hace unos meses y ahoraparece que sea una competición clandestina que se juega los fines de semana".
Pero al César lo que es del César. Este Barça ha logrado el mejor arranque de la historia de la Liga. Fue en la jornada catorce después de sumar cuarenta puntos sobre 42 posibles con trece victorias y un empate en esos catorce partidos. Alejado a años luz del resto de equipos de Primera y todavía por encima del Atlético, el Barça tan solo ha encontrado su talón de Aquiles en el Real Madrid, que le empató en el Camp Nou y ganó en el Bernabéu.
Los culés han hecho del Camp Nou un auténtico búnker. Ni una derrota ha dejado escapar de su feudo, tan solo el empate en el clásico. En total, este Barça ha ganado 28 partidos de los 34 que ha disputado. Ha empatado tres partidos como visitante (contra el Valencia en la jornada 22, contra el Celta en la jornada 29 y contra el Athletic en la 33) y ha perdido tan solo dos partidos en toda la temporada (contra la Real Sociedad en la jornada 20 y contra el Real Madrid en la 26). 

Factores en contra

Pero esta Liga será recordada por una circunstancia que ha trastocado al Barça. La continuidad en el proyecto y en la filosofía que suponía la sustitución de Guardiola por Tito Vilanova se ha visto interrumpida de forma dramática. La reaparición del tumor en la glándula paródita del técnico, diagnosticada en diciembre, ha provocado un cortocircuito emocional en el equipo que ha terminado mostrando reflejos en lo futbolístico. La gestión, vía telefónica desde Nueva York, rompió con la rutina. Jordi Roura ha asumido durante tres meses la responsabilidad y pese a la comunicación continua con Tito el equipo ha notado la lejanía de su líder natural. 
La enfermedad de Tito, la excesiva dependencia de Messi y las lesiones han condicionado el juego
La enfermedad de Tito se ha unido a otros factores que han provocado un desvirtuación del estilo y la rebaja del altísimo nivel en el que se había instalado. Ha fiado gran parte de la temporada al factor Messi. De los 105 goles del Barça, 46 han sido por obra y gracia del '10', lo que supone un 43,8%. El argentino ha jugado todo lo que ha podido. Sin él, el equipo no ha hallado soluciones a los problemas y el tramo final de campaña se ha visto evidenciada la Messidependencia. El equipo técnico también ha tenido excesiva confianza en los mismos jugadores dando muchos menos minutos a los canteranos. Ello ha provocado un rebrote de lesiones, que sobre todo se han cebado con la defensa, la línea más débil durante toda la temporada. Las lesiones de Puyol, Mascherano, Adriano y la ausencia de Abidal se han traducido en que este Barça ha encajado más goles, un total de 33 en la temporada.
La fragilidad defensiva comenzaba en una falta de presión desde los puestos más adelantados y el juego de toque se ha transformado en muchos partidos en un posición esteril y plana. La precisión se ha mantenido. En los pases ha alcanzado el 88%. La posesión también. Pero ha perdido explosividad y verticalidad. En definitiva, el factor sorpresa. La planificación quizá se quedó corta. De los dos fichajes veraniegos, Jordi Alba y Song, solo ha funcionado el primero. Y el mercado invernal se desestimó. Valdés anunció que no seguiría en el Barça y el club acometió un serial de renovaciones con Messi, Xavi, Puyol y Pinto. Por eso, pese al título liguero los síntomas han elevado las voces que piden una revolución. Iniesta lo dejaba claro hace unos días, no se puede hablar de cambio de ciclo pero "lo que nos ha llevado a estar aquí el año que viene seguramente no nos alcance, por la simple razón de que si queremos seguir ganando, todo tiene que mejorar".

Inflexión entre las jornadas 16 y 19

Pero todo ello no puede quitar un solo mérito a la conquista de la Liga. ¿Cuántos equipos se cambiarían? Y es que desde agosto el Barça corrió como el que más para recuperar el título. Ya en la jornada 7 llegaba al clásico adelantado con ocho puntos de ventaja sobre el Real Madrid. Y en la 10 ya había conseguido el mejor arranque de su historia tras golear por 3-1 al Celta
Una jornada después, ante el Mallorca el Barça se rehacía del tropiezo de Champions ante el Celtic y Messi, con dos goles, superaba los 75 goles de Pelé en 1958 y se acercaba al mítico récord de Gerd Müller. El comienzo de Liga del argentino era, sencillamente, espectacular. En la jornada 12 el Barça amplía un poco más su diferencia con el Madrid tras un nuevo tropiezo de los blancos y la goleada culé 0-4 ante el Levante.
Este Barça tiene el honor de haber conseguido el mejor arranque de la historia de la Liga
Mientras, era el Atlético el que daba un puñetazo ydiscutía al Barça la supremacía en Liga. Hasta la jornada 10 colchoneros y azulgranas estuvieron empatados a puntos. En la jornada 14 se produce uno de los hitos de la temporada. El Barça se apropia del mejor arranque de la historia de la Liga al sumar cuarenta puntos sobre 42 posibles con fiesta ante el Athletic (5-1). Además, aprovecha el tropiezo del Atlético contra el Real Madrid, lo que ya aleja a los de Simeone a seis puntos y a los de Mourinho a once.
El pésimo arranque de temporada del Madrid y la victoria ante el Atlético fueron claves para la obtención del título
En la jornada 15 el partido contra el Betis pasó a un segundo plano ya que los dos goles que marcó Messi hizo que sumara 86 en todo el año 2012 y superara el récord de Gerd "Torpedo" Müller. En la jornada 16, el 16 de diciembre, el Barça da un golpe casi definitivo en la Liga tras ganar en el duelo directo con el Atlético por 4-1. Los de Tito dejan a los rojiblancos a 9 puntos y al Real Madrid a 13, que empata contra el Espanyol. Esa semana se iba a convertir en la más dura de la temporada. Tito Vilanova tiene que ser intervenido de urgencia ante la reaparición de su enfermedad. El Barça gana al Valladolid el 22 de diciembre y le dedica la victoria a su técnico, que acababa de salir del hospital.
Vilanova vuelve al banquillo tras su operación después del parón navideño en la victoria del Barça por 4-0 al Espanyol en el Camp Nou. El Barcelona no frena su marcha y cierra la mejor primera vuelta de la historia de la Liga tras ganar por 1-3 al Malaga en la jornada 19.  Y además aumenta en esa jornada su distancia con el Atlético a 11 puntos y con el Real Madrid a 18. El Atlético por su parte firma una primera vuelta invicto en el Calderón.
Hay que esperar hasta el 19 de enero para ver la primera derrota culé. Fue en Anoeta y perdió 3-2. Con un 1-2 en el marcador Piqué fue expulsado y después remontó la Real con goles de Chori Castro y Agirretxe. Esa misma semana había empatado en Copa contra el Málaga y había conocido la no renovación de Valdés, que termina contrato el 30 de junio de 2014.
En la jornada 21 Messi le endosa cuatro goles a Osasuna en el 5-1 y en la jornada 24, en el primer partido matutino del Barça en 47 años, le endosa un set al Getafe (6-1) con un gran partido de Iniesta. La temporada avanzaba con la Liga prácticamente resuelta y Tito en Nueva York. Así, el periodo entre finales de febrero e inicio de marzo se convirtió en el más duro. Tras la derrota contra el Milan en la ida de octavos de final de Champions por 2-0 sufre mucho para ganar 2-1 al Sevilla en la jornada 25 y termina perdiendo el doble duelo con el Real Madrid. Primero en Copa 1-3 en el Camp Nou en la vuelta de las semifinales y después 2-1 en Liga en el Bernabéu.
Se hacía necesaria una reacción. Y así fue. Se impone sin problemas en Liga al Deportivo por 2-0 y golea al Milan por 4-0 en la vuelta de Champions. En la jornada 29 el Barcelona empata 2-2 en Vigo pese a que Messi logra marcar por 19 jornada consecutiva. Pese al empate, el Real Madrid también empata ante el Zaragoza y el Atlético ante el Valencia, lo que mantiene las distancias inamovibles. En la siguiente jornada, golea al Mallorca por 5-0 pero lo más destacado es que Eric Abidal vuelve a disputar un partido de fútbol tras 13 meses inactivo. Contra el Athletic y el Betis se demostró que el concurso de Messi se hace imprescindible en este Barça. En San Mamés un tanto de Herrera en el último suspiro aplazó el alirón y contra los verdiblancos el argentino tuvo que salir desde el banquillo para, en quince minutos mágicos, encauzar el choque. Al final, el tiempo y las jornadas han consumado la lógica. El mejor y el más regular ha sido el Barça. 

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