jueves, 5 de mayo de 2011

El gol de Guardiola

La jugada que inició Valdés y culminó Pedro simboliza la manera del Barça de entender el juego

El País-05/05/2011
 
 
Víctor Valdés sacó de portería, en corto, sobre el lateral derecho de su área, en busca de Mascherano. El Jefecito, presionado por Cristiano Ronaldo hasta la esquina del campo, devolvió la pelota al portero del Barcelona, quien, con toda la naturalidad del mundo, buscó a Alves, 20 metros más arriba, pegado a la cal de la banda derecha. Valdés cruzó un certero pase elevado y el balón cayó al pie del lateral, a la espalda de Xabi Alonso. Un pase con el que el guardameta se saltó la presión de cinco jugadores del Madrid, todo el primer bloque, de acuerdo con el manual de estrategia de José Mourinho. Trataban de ahogar a Piqué y Mascherano en la salida de la pelota y el arquero habilitó una autopista para que Alves la llevara volando hasta la puerta del segundo bloque madridista, que aguardaba atrincherado, abierto después por Iniesta. Higuaín, Kaká, Cristiano y Di María vieron de lejos la jugada mientras Xabi Alonso reculaba acompañado de Iniesta, situado a su izquierda.
    Valdés: "El técnico nos ha llevado a esta final. De ahí, mi gesto hacia el banquillo"
    El manchego encontró el pasillo entre Carvalho y Albiol antes de recibir. Así que filtró el pase al espacio. Lo dejó pasar Messi, quien, al igual que Iniesta, intuyó el desmarque profundo de Pedro, que apareció donde imaginaba Andrés. El canario no perdonó a Casillas. Un gol producto del paradigma de una idea.
    "Defendemos una manera de entender el juego", sostiene Mascherano. Esa es la esencia: el gol de Pedro, un delantero que se mató a trabajar contra el Madrid, la antítesis de la estrella, el niño de Abades. El fútbol del Barça empieza en el portero, es evidente, y suele terminar en Messi, pero no siempre. No es la primera vez que el carrusel de pases lo comienza Valdés -dentro de su área o fuera de ella, en circulación o a saque parado- y concluye a la espalda del portero rival. Contra el Madrid, Valdés, como si fuera un líbero, dio más pases (23) que Di María (21) y Kaká (18; jugó 61 minutos), y que su compañero Villa (17). Y no realizó ninguna parada por las cinco de Casillas.Así sucedió, con un pase del portero, en la jugada que culminó Xavi y abrió el marcador la noche que el Barça ganó en el Camp Nou al Madrid de Mourinho por 5-0. "Buscamos que Valdés pase el balón a un compañero, que el compañero se lo dé a otro compañero y así generar ocasiones de gol, una idea que llevamos aplicando desde hace 20 años", explicó Guardiola, en el Bernabéu, cuando de nuevo Valdés supo saltarse, con el primer pase, la línea de presión rival.


    El portero, como si fuera un 'líbero', dio más pases que Di María y Villa


    El martes, mientras los compañeros buscaban a Pedro para el abrazo bajo el diluvio, Guardiola señaló a Valdés desde el banquillo. "Él ha escogido. El tema está en saber cuándo debes asumir los riesgos", le elogió, consciente de la trascendencia de la acción, de la frialdad y la capacidad de lectura del portero que aprendió a entender el juego. Pep señalaba a Víctor y este dedicó su acción al cuerpo técnico.
    "Guardiola nos ha llevado a esta final. Él nos ha enseñado esta manera de jugar desde siempre. La jugada del gol es una creación suya. Lo que nos dicen intentamos ponerlo en práctica y nos ha salido bien. De ahí, mi gesto de dedicársela al banquillo. La culpa de que hayamos conseguido esto, de que juguemos así, no es nuestra", aseguró Valdés.
    "El gol resume el estilo, la idea, la intención que nos mueve. Jugamos a lo que jugamos. Hay otras maneras y son igualmente lícitas, pero nosotros jugamos así", enfatizó Iniesta, quien, periférico por naturaleza, regaló un caramelo a Pedro. "El gol es suyo. Me dejó solo ante Casillas", argumentó el canario, que lleva 21 goles (13 en la Liga y cuatro en la Champions) en 49 partidos.
    "Jugamos para aprovechar los espacios. Pedro va muy bien al desmarque", resalta Guardiola. Solo él y Tito Vilanova, el segundo entrenador, calibran el mérito de superar la ausencia del tinerfeño, últimamente con molestias en el pubis. Ha dicho siempre Guardiola que es imposible que, si el compañero no se la da a un compañero y este a otro, el Barça genere ocasiones. El gol empezó en los pies de Valdés y terminó en los de Pedro. Paradigma Guardiola.

    domingo, 1 de mayo de 2011

    El Barça da una lección al Kiel

    Los azulgrana y el Ciudad Real, que perdió ante el Flensburg, se clasifican para la 'Final Four' de Colonia

    MANEL SERRAS - El País - 01/05/2011
     
     
    Llegó al Sparkassen Arena con temores porque en la ida había conseguido solo una ventaja de dos goles, pero el Barcelona ofreció el mejor partido de los últimos años y dio una auténtica lección de balonmano al THW Kiel. Dejó al campeón de Europa fuera de la competición y le endosó una derrota por 33-36, después de darles un baño en todos los sentidos a los alemanes, a quienes los azulgrana se les atragantan en su propia pista. El Barça, que suma dos victorias y un empate en las últimas visitas a Kiel, selló de esta forma su pase a la Final Four que se disputará en Colonia a finales de este mes, en la que también estarán el Ciudad Real, el Hamburgo y el Rein-Neckar Lowen.

        Kiel, 33 - Barcelona, 36

        33. THW Kiel (15+18): Omeyer; Sprenger (3), Zeitz (2), Ahlm (8), Jicha (6, 1p), Ilic (8), Lundström (-) -siete inicial-, Palmarsson (-), Klein (3), Kubes (-), Andersson (2) y Jerome Fernández (1).
        36. FC Barcelona Borges (17+19): Saric; Víctor Tomás (3), Nagy (4), Noddesbo (5), Jernemyr (-), Raúl Entrerríos (2), Juanín (4) -siete inicial-, Rutenka (8), Oneto (-), Igropulo (-), Sorhaindo (1), Sarmiento (3), Rocas (4, 3p) y Ugalde (2).
        Árbitros: Martin Gjeding (DIN) y Mads Hansen (DIN). Excluyeron a Ahlm (min.9), Jicha (min.42), Zeitz (min.47), Sprenger (min.53) y Andersson (min.55) por el Kiel, y a Tomás (min.16), Jernemyr (min.29), Nagy (min.47),
        Rutenka (min.48) y Oneto (min.55) por el Barcelona.
        Parciales cada cinco minutos: 2-3, 6-6, 8-11, 10-13, 12-17, 15-19 (descanso), 16-23, 19-25, 22-27, 25-32, 28-34 y 33-36 (final).
        Incidencias: Encuentro de vuelta de cuartos de final de la Liga de Campeones 2010-2011, disputado en el Sparkassen Arena de Kiel, totalmente lleno, con casi 10.500 espectadores en las gradas. EFE

        A los alemanes les costará olvidar este partido, porque más que una derrota fue una demostración palpable de superioridad por parte del Barcelona. A pesar de tener el mejor portero del mundo, Omeyer, una primera línea que asusta con hombres como Jicha, Zeitz, Fernandez, Reichmann o Ilic, y de contar con uno de los mejores pivotes del momento, Ahlm, el Kiel pareció un equipo impotente frente al planteamiento defensivo del Barça. El 6-0 propuesto por Xavi Pascual pesó como una losa para los atacantes alemanes, no solo por los excelentes apoyos sino también por sus salidas hasta los nueve metros, impidiendo que los lanzadores encontraran posiciones de tiro. Y cuando lograban penetrar hasta los seis metros, entonces surgía la figura de un Saric inconmensurable que mantuvo un porcentaje de acierto que rozó el 50%.
        Sin embargo, en lo que más se distinguió el Barça fue en las acciones de ataque. Un equipo que siempre ha tenido dificultades ante defensas formadas, encontró los resortes para desarbolar todos los esquemas defensivos del Kiel: 6-0, 5-1 y mixta sobre Rutenka. Nada les sirvió para frenar a un ataque bien dirigido tanto por Sarmiento como por Raúl Entrerríos, que siempre supo encontrar a la segunda línea, a la que se sumó con gran acierto el propio Rutenka. Víctor, Juanín y Nodesbo abrieron brecha al principio y resquebrajaron la defensa contraria, que dejó huecos para el lanzamiento exterior de Nagy, Rutenka y el propio Raúl.
        La ventaja del Barça fue aumentando hasta alcanzar los ocho goles (24-32, a 10 minutos para el final). Sumando los dos que llevaban de renta del partido de ida, todo estaba decidido. Solo entonces el Barça se relajó y permitió al Kiel enmascarar un resultado que debió ser de escándalo. El Barça mereció estar en la Final Four y tendrá la ocasión de reivindicar un título que se le escapó el año pasado, tras dominar por completo al Kiel en la final.