martes, 13 de octubre de 2009


Violencia escolar y legitimidad democrática.
J. Manuel Marañón.
La semana pasada se ha producido un incidente entre un padre y el Director del Colegio de Nueva Montaña que ha acabado en una agresión ¿mutua?. Partiendo de que la versión del director del colegio me parece absolutamente verosímil, es interesante no quedarse en el mero incidente y analizar y extrapolar social y educativamente algunos detalles.
Si atendemos a las declaraciones de miembros de la comunidad educativa, el suceso es realmente extraño. El Director es un profesional competente que siempre ha tenido un trato exquisito con los padres y madres, dicen unos, cosa que no me extraña puesto que conozco su trayectoria profesional (somos de la “quinta”). El padre es un hombre muy correcto, dicen otros.

Pero el suceso no es tan extraño si analizamos las cosas un poco más en profundidad. Y lo digo porque es fácil de constatar que hay una sorda campaña de deslegitimación de las instituciones democráticas por parte de amplios sectores religiosos, de una buena parte de la derecha e, incluso, por algunos que, supuestamente, se dicen de izquierda.

Y digo esto porque el padre del incidente es miembro de una corriente ultracatólica y algunos lo van a querer reducir a la reacción de un exaltado religioso. Si fuera así, no habría que preocuparse demasiado. Seria un incidente aislado y como tal habría que tratarte.

Pero, desgraciadamente, no es así. La reacción del padre es la expresión de un caldo de cultivo que si no estamos atentos se extenderá como una metástasis por la sociedad democrática.

Desde la jerarquía católica y desde los sectores sociales más conservadores se está cuestionando permanentemente la legitimidad del Gobierno para tomar medidas en ciertos aspectos de la vida individual y colectiva que ellos consideran de su exclusiva competencia. Eso es así si hablamos de ampliación de derechos civiles generales o de colectivos específicos. Y es así en temas como la educación en los cuáles no quieren soltar la rienda porque tienen miedo de que personas educadas en la libertad ideológica y crítica ponga en solfa postulados que creen sempiternos.
Y en este contexto se inscribe su campaña contra una materia tan imprescindible en la sociedad de hoy como es la Educación para la Ciudadanía
¡Ah¡ y ahora pide, Rouco Varela, participación en el Pacto Educativo que se esta impulsando desde el MEC. ¡vaya jeta¡. ¿Son políticos elegidos por el conjunto de la ciudadanía?. ¿Han sido elegidos en unas elecciones sindicales por los trabajadores y trabajadoras del sector?. ¿Les han elegido las organizaciones de padres y madres como representantes suyos? ¿Son acaso dirigentes de las organizaciones estudiantiles?. En fin, el Gobierno, por cierto muy timorato con una Iglesia Católica que cuestiona permanentemente su legitimidad, haría bien en negociar, exclusivamente, con representantes políticos y con los representantes de los diversos sectores de la Comunidad Educativa.

Y lo más curioso es que desde algunos otros ámbitos, también se cuestionan legitimidades. Leí, en el Diario Montañés a principios de verano, una carta de un grupo de profesores que pedían más horario para la Historia del Arte. Legítimo, aunque si se hiciera caso a lo que cada colectivo profesional pide ni 60 horas semanales de clase serían suficientes. Lo que me produjo una mezcla de asombro e indignación fue que tildaran al Gobierno de Cantabria como "supuestamente democrático". Esa expresión me llevó a una doble reflexión. Por una parte, expresiones como estas multiplicadas convenientemente son la antesala del fascismo y, por otra parte, me dio la impresión de ser la expresión de quién cree que la legitimidad de un gobierno solo se da si hace lo que ellos consideran justo.
Pero, volviendo a la campaña contra Educación para la Ciudadanía, el padre del asunto, lógicamente, considerará al Gobierno como no legitimo para planificar el curriculum escolar de sus hijos e hijas, se dirá que si no es de recibo que un Gobierno ilegítimo imponga Educación para la Ciudadanía, tampoco lo es que imponga otras materias que él, por supuesto legítimamente según cree, entiende que no deben estar en ese curuiculum.
En resumidas cuentas, el director no ha sido más que el funcionario público que “ha recibido el castigo que se merece un Gobierno ilegítimo que quiere imponer cosas ilegítimas”.
Para finalizar, a muchos de los que se les llena la boca de leyes para reforzar la autoridad del profesor, tengo que decirles que menos leyes y más actitudes de convivencia democrática, o dicho de otra forma, más lecciones de Educación para la Ciudadanía

lunes, 12 de octubre de 2009


PASIEGOS: AGRICULTURA Y GANADERÍA

De la web de J.Manuel García Diego.www.garcia-diego.com

Es indudable que existe un monocultivo entre los pasiegos: el ganado. Ya hemos dicho antes que el pasiego vive por y para el ganado. No hace falta hacer sesudos trabajos de investigación para darse cuenta que con ese grado de dependencia del ganado se encontraban a merced de lo que quisiera decidir para el futuro de la ganadería ese club privado al que pertenecemos hace años y que se llama Unión Europea.

Resultó para desgracia de una economía tan monodependiente de la ganadería que en la política de contingentación de la leche y de la carne de la Unión Europea a España la tocaba dejar de producir ambos. Los pasiegos no estaban preparados culturalmente, ni desde el punto de vista de la formación, ni desde el punto de vista de las riquezas alternativas de la tierra que habitan, para producir ninguna cosa que no fueran productos derivados de la ganadería y que han sido durante toda la historia su principal y casi única fuente de riqueza: el queso, la manteca, la leche y los productos con ellos elaborados como los sobaos y las quesadas.

Creo que los poderes públicos que pudieron predecir esta situación no diseñaron los programas alternativos necesarios para sujetar en su territorio a estas gentes propiciando un cambio cultural imprescindible en la transición, tal y como se ha llevado a cabo en las montañas de Francia o Alemania con programas orientados hacia el turismo rural que ha experimentado una gran auge.
Se me ocurre que los fondos del PRODER, programa europeo que financia inversiones en materia de turismo rural no han ido a parar precisamente a los bolsillos de los que han tenido que vender las vacas, cobrando a cambio unas míseras subvenciones.
Tampoco el Gobierno de Cantabria fue sensible a la petición de la Asociación de Estudios Pasiegos para proteger a la arquitectura pasiega y sus cabañas como Bien de Interés Cultural. Ni siquiera se molestó en contestar el Consejero de Cultura.
Decididamente Europa es la enemiga de los pasiegos.

domingo, 11 de octubre de 2009



El Plan Eólico de Cantabria (1).

Decir, de entrada, que estoy de acuerdo con llevar delante el Plan Eólico de Cantabria. No podría ser de otra manera. Si desde CC OO llevamos años clamando por un nuevo modelo productivo y por un modelo energético sostenible, parecería incongruente plantear una oposición a este plan que deberá hacerse, como hasta ahora, desde un respeto escrupuloso a la legislación vigente tanto en el área medioambietal como en otras áreas.
En medio del debate suscitado creo que se han vertido contra las personas de la Umniversidad de Cantabria que hicieron uno de los estudios que han servido al Gobierno de Cántabra para tomar sus decisiones, acusaciones que, conociendo la trayectoria profesional de algunas de ellas, me parecen, absolutamente, fuera de lugar.
Por eso transcribo un artículo que el Diario Montañés publica hoy. Ah¡, una frase importante. oponerse a este plan no es solamente eso, es apostar por otras energías , ¿las fósiles?, ¿la nuclear?

Antonio Cendrero y César Otero, dos de los 'padres' del estudio para fijar las ubicación de los futuros parques, explican el alcance de su trabajo del que reivindican su independencia .

PILAR CHATO-EL DIARIO MONTAÑÉS 11.10.09


«La Universidad de Cantabria no bendice ni condena el plan eólico». ¿Es que la universidad no se moja? No, es que quiere dejar claro su papel, que no es respaldar o no la política del Gobierno en materia eólica, sino darle una herramienta más para que tome decisiones. «La independencia no puede quedar en duda». Y es que sin quererlo la UC se ha visto metida de lleno en la polémica en torno al desarrollo eólico de la región por ser la autora del estudio que fija las zonas susceptibles de albergar parques eólicos.
Quizá por eso, para apoyar ese papel solo técnico, Antonio Cendrero, catedrático de Geodinámica de la UC, y coordinador del proyecto elige su despacho de la universidad para esta entrevista en la que está acompañado por César Otero, profesor titular de diseño asistido por ordenador, que es quien firma las simulaciones de los parques. Quizá por eso no quieren protagonismos, ni fotos. Son sólo las voces de un equipo formado por una veintena de arqueólogos, ingenieros, prehistoriadores, geólogos, biólogos y naturalistas. A todos ellos les une, por razones personales o profesionales, una trayectoria de interés por la protección y conservación del medio ambiente.
La charla se prolonga durante dos horas rodeados de montañas de libros, expedientes, publicaciones universitarias y un protagonista central: el estudio de la UC, más de 500 páginas, y no las 20 colgadas en la web del Gobierno, que pasa y repasa Cendrero, saltando de la literatura a los gráficos, de las cifras a las simulaciones, para respaldar cada una de sus palabras.

«El estudio de la UC no es un plan, es un
documento de apoyo a la toma de decisiones»

El estudio de la UC no es un plan, es un documento de apoyo a la toma de decisiones para comprende mejor y más ámpliamente el problema desde el punto de vista ambiental. Delimita las zonas donde la instalación de parques eólicos puede hacerse con impactos limitados y plantea cómo podrían ser sus efectos visuales a través de simulaciones. Y además, resaltan ambos técnicos, propone salvaguardas y precisiones ambientales y visuales específicas que «deberían leerse detenidamente y tenerse en cuenta».

Otros criterios.


Cendrero va más allá y asegura que si el Gobierno sólo tiene en cuenta este estudio «lo estará haciendo mal» porque hay otros criterios tan importantes cómo éste que no se abordan en él: energético, estratégico, laboral, económico... «Cómo voy a pensar que mi punto de vista es él único a tener en cuenta, sería de una soberbia...».
Tal vez por ello, Cendrero asegura que el estudio no entra «para nada» en la discusión de cuál es el modelo de generación de energía más adecuado para Cantabria ni cuántos aerogeneradores son necesarios. «Es falso que el estudio esté predeterminando cuántos molinos. La UC no ha dicho 700. Ha dicho que desde el punto de vista de las restricciones ambientales se estima que podrían entrar en sus polígonos entre 500 y 700, es una estimación grosera, luego estarían las restricciones visuales», explica Otero.



Desde algunos ámbitos se ha cuestionado la imparcialidad del estudio. A estos sectores les explican que por parte de la Consejería de Industria se les indicó que se planteaban entre 1.000 y 1.500 megavatios, pero «en absoluto» se exigió llegar a ese valor. Tambien se fijaron algunas restricciones técnicas que condicionan el número de generadores en una zona: que los molinos estén separados 270 metros entre sí y que no se ubiquen en pendientes superiores a un determinado valor.
El estudio sí incluye para cada parque considerado aceptable ambientalmente una lista de pros y contras que analizan cuestiones como los accesos, la cercanía a polígonos industriales, la presencia de cabañas, limitaciones geotécnicas o la visibilidad de los molinos, entre otros factores.
Cendrero va leyendo páginas del estudio mientras habla. Cuando se les pregunta si en base a esos pros y contras ellos eliminarían alguno de esos parques, no hay una respuesta directa, aunque afirma que «a grandes rasgos, así, genéricamente, te diré que todos los parques tendrían algún impacto, como no puede ser de otro modo. Desde el punto de vista paisajístico, los que en conjunto tendrían más efectos serían los de la zona B (los más próximos a la bahía)». Otero insiste, en este sentido, que el estudio no incluye deliberadamente una conclusión de cada parque, ni del conjunto: «nosotros no nos pronunciamos: lo hacen las imágenes de los impactos y los mapas de visibilidad».

«La gente no es consciente de que cuando
dice no a una energía dice sí a otras»


Lo que sí incluye el estudio son recomendaciones y medidas correctoras y se recomienda que en la adjudicación de los parques se incluya la condición de que los molinos que una vez en marcha evidencien impactos (por ejemplo sobre las aves), sean desplazados o eliminados.
Debate social
«Nosotros hemos mantenido nuestra opinión personal fuera del estudio». «Hemos desarrollado una herramienta que permite traducir a términos manejables algo tan etéreo y difuso con la afección al paisaje».



Otero y Cendrero suman sus opiniones y asienten con la cabeza a lo que uno y otro expone en este asunto. Ambos respaldan los beneficios del debate social que se ha generado: «Las críticas al plan en ningún caso van a empeorarlo, las sugerencias sólo pueden mejorarlo y nosotros, si el plan es mejor, encantados. No somos el oráculo».


«La percepción del paisaje no es medible,
pero mostramos cómo quedará»

La Consejería no prefijó ni zonas ni el
número de aerogeneradores que debían contener