viernes, 9 de julio de 2010


La Religión es el problema
La Ley del Aborto y el arzobispo de Granada
Con una Iglesia desatada y un estado excesivamente benevolente, cada día se hacen más necesarias las asociaciones. Asociaciones que pretenden que las leyes y normas se respeten por todos y por igual, y no al albor de subjetividades personales que se muestran cada vez más predispuestas a establecer raseros de difícil medida.

Leire Diez de Castro- NUEVATRIBUNA.ES - 6.7.2010.
La entrada en vigor de la nueva Ley del Aborto empieza a despertar los fantasmas del más reciente pasado. Hace algo más de medio año, y cuando sólo estaba en fase de discusión y aprobación, el Arzobispo de Granada expuso a sus fieles en una homilía que si la mujer abortaba, le daba el derecho al varón a abusar de su cuerpo. Estas palabras provocaron un aluvión de protestas en diversos medios, pero sobre todo en las redes sociales. Hombres y mujeres hartos de los dislates de la Iglesia frente a una Iglesia más preocupada en intervenir en las leyes -aunque no tenga potestad para ello- que en hacerlas cumplir entre los suyos.
El Arzobispo de Granada siempre se mostró como un mercenario de las palabras, o sea que no era de extrañar que, tratándose de un tema tan contrario a su doctrina, soltara alguna perla de las que tiene tan acostumbrados a sus fieles, pero ésta vez fue mucho más lejos.
Para muchas y muchos de nosotros estas palabras suponían un claro enaltecimiento de la violencia de género. Inadmisible en una sociedad que padece con demasiada frecuencia esta lacra que denominamos violencia machista. Despreciable para quienes se muestran como adalides de la bondad y de la concordia.Y lo peor, bajo el amparo de un Estado incapaz de arremeter contra las barbaridades de los “iglesiólogos” como debería.
Estas palabras tenían que haber sido respondidas desde muchas instituciones del estado con contundencia, pero sobre todo, por los organismos que luchan a favor de los derechos de las mujeres. Y no fue así. Bajo el argumento de no intervenir en la labor pastoral de la Iglesia se ha omitido la defensa de los derechos de las mujeres. Y eso, en un país laico, no debería permitirse. La fe jamás debería aspirar a equiparase a la Ley. Por lógica.
Con una Iglesia desatada y un estado excesivamente benevolente, cada día se hacen más necesarias las asociaciones. Asociaciones que pretenden que las leyes y normas se respeten por todos y por igual, y no al albor de subjetividades personales que se muestran cada vez más predispuestas a establecer raseros de difícil medida.
Cada vez son más los ciudadanos que se rebelan contra los desmanes de individuos que se creen con el derecho a decidir sobre las vidas de los demás, pero que han mostrado en demasiadas ocasiones que las vidas de los demás les importan un carajo.
Una Iglesia que se ha convertido en una empresa acogida a demasiados beneficios sociales provenientes del Estado al que no duda en insultar y atacar cuando estima que éste le lleva la contraria. Han cambiado la fe por imposiciones de difícil cumplimiento en el siglo en el que estamos y por un negocio que no sólo mueve montañas –principalmente de dinero- sino que también mueve voluntades.
Sabemos que el Arzobispo ansía volver por sus fueros, porque se siente poderoso haciendo lo que hace, pero probablemente, a estas alturas, ya sepa que cada vez hay más gente que no admitirá que vuelva a considerar que todo el monte es orégano.Habrá que esperar a ver si el instinto vence a la cobardía.
Leire Díez Castro - Presidenta de Red Laica para la Igualdad y la Diversidad

miércoles, 7 de julio de 2010


La Religión es el problema.
Prohibir el burka es democrático
Rosa Cañadas - Presidenta de la Fundación Nanja - EL PERIÓDICO DE CATALUÑA- 7 de julio del 2010

El debate no está en la identidad religiosa, sino en el terreno de la discriminación de las mujeres
Decir que una mujer puede elegir libremente el burka es un falso feminismo. Están condicionadas por años de sumisión. Llevar el burka o velo integral es una tradición social en algunos países que no tiene ninguna vinculación con la religión.
El burka es un vestido impuesto por los talibanes: obligaron a las mujeres a utilizarlo de la misma forma que les prohibieron estudiar o acceder a cualquier independencia social. Los integristas intentan sacralizar tradiciones populares que no tienen ningún fundamento coránico. Y hay que recordar que durante el peregrinaje a la Meca, lugar santo de los musulmanes, está prohibido taparse la cara y, por lo tanto, usar el burka o el niqab.
Para un occidental, esta prenda está asociada a regímenes donde las mujeres no tienen derechos, tal como los conocemos en los países democráticos. De hecho, estamos en contra de los velos integrales de la misma forma que estamos en contra de los regímenes políticos dictatoriales.
EN LUGAR de llevar el debate al terreno de la discriminación de la mujer, que es lo que es, lo estamos llevando al terreno de la defensa de la identidad religiosa, en la que la delantera la siguen llevando los hombres y lo que estamos haciendo es devolver la decisión a un terreno que es liderado, dominado y controlado por los varones, sin ningún papel activo de las mujeres, de forma que son los hombres los que seguirán hablando y representando al conjunto. Estamos ayudando a los integristas a seguir su cruzada en contra de la liberación de la mujer. Tenemos que reconducir el debate hacia donde corresponde.
¿Debemos dejar que la mujer inmigrante, cualquiera que sea su religión, siga siendo sometida por el mero hecho de que en su cultura esté aceptado? Si es así, señora Aído, dejemos también que sigan pegando a las mujeres inmigrantes, ya que en muchos de sus países de origen no hay leyes que las protejan.
En España luchamos durante muchos años para ser un país laico y por los derechos de las mujeres. Hemos conseguido sacar la religión de las escuelas y ahora quieren hacerla volver con la excusa del multiculturalismo. No podemos aceptar la vuelta atrás.
No es un asunto que solo afecte a un determinado colectivo inmigrante, es algo que nos incumbe a todos, y sobre todo a todas. Flaco favor estamos haciendo a las organizaciones feministas de sus países de origen que trabajan por la igualdad de género y a las intelectuales musulmanas que abogan por los derechos humanos y la democracia.
No estoy de acuerdo con los que pregonan que la prohibición pondrá a esas mujeres en situación de exclusión. Ya lo están, el velo integral hace que lo estén, ya que difícilmente una mujer que lo use podrá comunicar con los demás, educarse o encontrar un trabajo que le permita independencia económica. Por otro lado, se puede considerar igualmente un rechazo a la integración, a la sociabilidad.
La lectura de esos artículos donde las mujeres explican la decisión supuestamente propia y sin presiones de usar el velo integral no hace más que mostrar la necesidad de tomar medidas. Porque tengamos a una esclava muy contenta de serlo no debemos permitir y aceptar la esclavitud. Hemos de dar a las mujeres todas las oportunidades posibles para que no se produzca esta opresión.
Creo que la mayoría estamos a favor de la prohibición por ley, pero también se necesita, no como alternativa, sino como apoyo, la ayuda y compromiso de las entidades de inmigrantes para informar a los distintos colectivos de los valores de nuestra democracia. Igualmente, sería necesario insertar el feminismo islámico en el movimiento feminista global. He nacido en Marruecos, un país musulmán, donde viví más de 30 años, y nunca había visto llevar esta prenda, que allí consideran ajena a su religión y cultura.
El 10 de abril de 1947, en Tánger, Lalla Aïcha, hija del rey Mohamed V y tía del actual rey Mohamed VI, fue la primera mujer en aparecer en público con la cara destapada y con vestimenta occidental. Este gesto, propiciado por el Rey, tenía un objetivo claro: ayudar a la emancipación de la mujer.
En el 2004, Marruecos fue el primer país árabe-musulmán en reformar La Mudawana, el código de familia que rige los derechos de la mujer, adoptado por unanimidad por el Parlamento. Se considera uno de los más liberales del mundo musulmán, con avances como la corresponsabilidad de la familia para ambos cónyuges, el fin de la tutela del hombre sobre la mujer al contraer matrimonio o la restricción de la poligamia. Se trata de un modelo para las otras sociedades musulmanas en la medida en que concilia los aspectos religiosos y legales, y ha introducido cambios a favor de la igualdad.
Los marroquís constituyen la colonia de inmigrantes más numerosa de Catalunya. Pido a nuestros políticos que dejen de utilizar este debate, como siempre, con fines electoralistas, y que no utilicemos la ignorancia de unos y el oportunismo de otros para estigmatizar a un colectivo que en un 99% de los casos piensa igual que nosotros.

martes, 6 de julio de 2010


Serrat canta al 'perfume del tiempo' de Miguel Hernández
L. P. BARCELONA-PÚBLICO- 06/07/2010
El cantautor triunfa en el Festival Grec con 'Hijo de la luz y de la sombra'
Esperó a que la noche llegara para salir al escenario. Fue más larga la ovación con la que fue recibido, que la interpretación de Las Tres Heridas, tema con el que Joan Manuel Serrat abrió el recital en homenaje a Miguel Hernández, en el escenario del Festival Grec. Tras dar las buenas noches y agradecer la presencia del público advirtió que "este es un concierto cerrado, un recorrido vital y poético de un personaje, un concierto que no admite la posibilidad de que entren otras canciones".
Y con las normas pactadas, empezó el viaje hacia los versos de Miguel Hernández. 40 años después de haber musicado las palabras del poeta de Orihuela, Serrat ha vuelto a ellas con el disco Hijo de la luz y de la sombra, trabajo que presenta en una gira en la que temas como Mediterráneo o Lucía dejan paso a El niño yuntero o Las nanas de la cebolla.
Los más de 2.000 asistentes que acudieron al anfiteatro de Montjuïc aceptaron que el protagonista fuera el poeta del pueblo. Ayer el noi del Poble sec cantaba en casa y le resultó difícil mantener la serenidad.
Así que fiel a la advertencia, el cantautor no se salió del guión de un espectáculo donde los bises no caben, pero si La palmera levantina, Tus cartas son un vino, Menos tu vientre, o Canción del esposo soldado. El repertorio de esta gira tampoco admite cambios, porque según comentó Serrat en la presentación del concierto las canciones "tienen un orden que lleva el perfume del tiempo, no son cronológicas".
Quizás por eso, Serrat ha vuelto a Miguel Hernández con un montaje renovado en el que el recorrido es visual y pasea por el amor, la amistad, la guerra, la cárcel y la muerte a través de las piezas audiovisuales que Serrat ha pedido a realizadores como Isabel Coixet, José Luis Cuerda, Montxo Armendáriz o Manuel Huerga.
La compenetración entre las imágenes (que proyectaron las tres pantallas colocadas en forma de tríptico), con los músicos que lo acompañaban y la tierna reacción conmovieron al mismoSerrat, que no reprimió energía en la interpretación de Dale que Dale.
Los versos del poeta volvieron a estremecer a través de la voz de Serrat. Anoche salió cautivó, con una puesta en escena sencilla y delicada, y una vez terminado el recital, el tarareo de Para libertad seguía vivo en las bocas de muchos de los presentes.
La gira iniciada en Elche el pasado 23 de abril, algo más tarde de lo previsto a causa de la recuperación de una operación en la que le extirparon un nódulo pulmonar, terminará en Orihuela el 30 de octubre, día del centenario del nacimiento de MiguelHernández.