miércoles, 13 de abril de 2011

Los trabajadores del Serca reclaman por vía judicial una deuda salarial acumulada de 32.000 euros

Denuncian también el incumplimiento del convenio colectivo

Los trabajadores del centro especial de empleo Serca reclaman al Ayuntamiento de Torrelavega una deuda acumulada de 32.000 euros por las reducciones salariales aplicadas a lo largo de los últimos diez meses.
La reclamación, que han llevado al juzgado, se suma a la que los representantes sindicales consideran la "segunda batalla", la denuncia del incumplimiento del convenio colectivo.
Según ha explicado el presidente del comité de Serca, Juan Delgado, quien ha comparecido en rueda de prensa junto a los representantes de CC OO y USO, José Manuel Marañón y Agustín Herrera, este proceso se remonta a junio de 2010 cuando, en aplicación de las medidas para recortar el gasto público, el Ayuntamiento de Torrelavega redujo una media de un 8% los sueldos de 58 trabajadores del Serca. 
Entonces, ha destacado, se inició a través de las secciones sindicales de CC OO y USO con presencia en el comité de empresa la reivindicación de que dicho "recortazo" no se debía aplicar sobre los salarios de unos trabajadores que no son considerados personal laboral funcionario.
"Cada nómina retenida por el Ayuntamiento supone 2.700 euros mensuales que los 46 trabajadores que han iniciado la reclamación dejan de percibir, y que tras diez meses suma una deuda acumulada de 32.000 euros", ha subrayado José Manuel Marañón.
Esta reclamación se viene a añadir ahora a la denuncia de CC OO y USO de "incumplimiento" del convenio colectivo firmado en 2010, que establecía una subida salarial para el presente ejercicio del IPC más 0,5 puntos, un incremento que no ha sido aplicado en virtud de las medidas de control del gasto público consecuencia de la crisis económica.
Ante este hecho "que afecta a toda la plantilla", los trabajadores del Serca celebraron el pasado viernes una asamblea en la que se acordó llevar esta nueva reclamación a la vía judicial.
"El Ayuntamiento no está cumpliendo lo firmado", ha denunciado el representante de CC OO.
Por su parte, Agustín Herrera ha criticado la "preocupante falta de diálogo" del Ayuntamiento para este colectivo de trabajadores, integrado por un centenar de personas con diversas discapacidades físicas y psíquicas.
"Es absolutamente incomprensible la curiosa política social que realiza un equipo de Gobierno municipal socialista, que tira 180.000 euros a la basura en bicicletas y, en cambio, abandona a un colectivo como el Serca", ha censurado Herrera.
Además, el representante de USO ha asegurado que el comité de empresa ha solicitado en reiteradas ocasiones reunirse con el Ayuntamiento, sin éxito.
"Si la falta de diálogo continúa, habrá otras medidas", ha advertido este sindicalista, quien no obstante ha indicado que no se ha puesto plazo. "Llevamos tres meses esperando una respuesta, reclamando una reunión, y nada", ha concluido.


domingo, 10 de abril de 2011

La conspiración de los mediocres

JOHN CARLIN-EL PAÍS- 10/04/2011
  

"No soportamos el caos, pero lo cierto es que la vida es pura sinrazón". De Lágrimas en la lluvia, la nueva novela de Rosa Montero

      Muamar el Gadafi cree que la rebelión contra su régimen es una iniciativa de Al Qaeda apoyada por la OTAN. La tercera parte de los votantes republicanos de Estados Unidos considera que Barack Obama es un islamista infiltrado en la Casa Blanca. Un diario importante español propone que todos los servicios de inteligencia del mundo occidental han colaborado con el Gobierno español para proteger a ETA, cuya imagen global se vería perjudicada si se reconociera que orquestó los atentados terroristas del 11M.
      Conspiraciones, conspiraciones. La lista es infinita y -¿cómo no?- se extiende al mundo del fútbol. Tres de los clubes más grandes que hay, el Manchester United, el Chelsea y el Real Madrid, dicen creer que fuerzas ocultas maniobran para impedir su acceso a la gloria.Alex Paranoia Ferguson, el entrenador del United, volvió a la carga el viernes, manteniendo que existía en la Football Association, el organismo que administra el fútbol inglés, "una tendencia obvia" a perseguir a su equipo. John Terry, el capitán del Chelsea, midió un poco sus palabras por temor a que le cayese una suspensión, pero dejó muy claro que en su vestuario todos tienen claro que la UEFA está empeñada en obstaculizar sus campañas en la Liga de Campeones. En cuanto al Real Madrid, ¿por dónde empezar? Que si los árbitros, que si los calendarios, que si las autoridades hacen la vista gorda al dopaje galopante en el equipo de Pep Guardiola...



      Ya aburre el tema. Esto de ver conspiraciones por todos lados es una infalible señal de mediocridad



      Puede que todo sea verdad, por supuesto. Como puede ser que el Holocausto fuera un invento de los judíos, encantados ellos con la macabra ficción de que seis millones de los suyos fueran exterminados por los nazis. O como también puede ser (atentos: ¡primicia mundial!) que el Real Madrid de Di Stéfano ganara tantas copas de Europa porque también estaban todos dopados hasta las cejas. (Si uno se pone a pensar, ¿cómo explicar si no que Don Alfredo, a sus 84 años, siga como una rosa?)
      La más reciente prueba que tuvo Ferguson de una sistemática conspiración contra su equipo fue la suspensión de dos partidos que le acaba de caer a su mejor jugador, Wayne Rooney, por dirigirse rabioso a una cámara de televisión justo después de marcar un hat trick la semana pasada y gritar a millones de telespectadores en todo el mundo "fuck off!, traducido al español como... bueno, ya saben. Quizá tenga razón Ferguson al considerar que el castigo fue malintencionado. Una reacción más compasiva hubiera sido recomendar que Rooney se sometiera a un curso intensivo de terapia médica, con electroshocks incluidos.
      El caso del Chelsea convence un poco más. Decisiones arbitrales muy dudosas han impedido el avance del equipo londinense en la Champions tres veces desde 2005. El ejemplo más escandaloso se dio en 2009, año en que el Barcelona hubiera ganado no seis copas, sino tres, si el árbitro hubiese pitado un clarísimo penalti a favor del Chelsea en la semifinal que disputó en Londres contra el equipo catalán.
      Tanta injusticia podría dar la razón a los que creen en la conspiración más pegadora de la historia de la humanidad, la de Dios omnipotente y vengador. John Terry, como es bien sabido, ha roto de manera espectacular el sexto mandamiento. Wayne Rooney también. El dueño del Chelsea, Roman Abramovich, ha roto muchos más, según cuentan. Y Ferguson solo irá al cielo si se admite la entrada a viejos con muy mala leche.
      En cuanto al Real Madrid, dejémoslo. Ya aburre el tema. Señalemos solo que esto de ver conspiraciones por todos lados es una infalible señal de mediocridad. La mente conspirativa o es incapaz de resignarse con serenidad ante el inevitable caos de la condición humana, o está convencida de que el mundo no ha rendido el debido homenaje a su genio, o al de los suyos. Cree que se merece mucho más de lo que ha recibido y la única explicación es que fuerzas malvadas se han dedicado de manera sigilosa y deliberada a impedir que su grandeza salga a la luz del día. Lamentable, pero así somos. Demasiados.