Neymar se divierte en Elche
El delantero del Barcelona sale airoso de su enfrentamiento con Damián y, tras conectar con Messi, redondea un duelo que se abrió desde la estrategia
Ramon Besa
El País
24 ENE 2015
El Barcelona ha tomado velocidad de crucero desde que tocó fondo en
Anoeta. Incluso golea en los partidos más planos, sin miga, como el de
Elche, un equipo abatido por la gracia de Piqué y las virguerías de
Messi y sobre todo de Neymar. Las rotaciones, necesarias a pesar de que
los azulgrana no tienen margen de error, dejaron tocada la sala de
máquinas. A falta de fútbol colectivo, se impuso el balón parado, una
suerte extraña en el Barça, y la pegada de una delantera sin Suárez.
Elche, 0-Barcelona, 6
Elche: Tyton; Damián, Roco, Pelegrín, Cisma (Edu Albacar, m. 59); Adrián (Lombán, m. 71), Pasalic; Ñíguez (Coro, m. 81), Fajr, Víctor; y Jonathas. No utilizados: Manu Herrera; José Ángel, Álvaro y Cristian Herrera.Barcelona: Bravo; Montoya, Piqué, Bartra, Jordi Alba (Adriano, m. 69); Rafinha, Mascherano (Busquets, m. 69), Xavi (Sergi Roberto, m. 71); Pedro, Neymar y Messi. No utilizados: Ter Stegen; Alves, Iniesta, Luis Suárez.Goles: 0-1. M. 35. Piqué. 0-2. M. 55. Messi, de penalti. 0-3. M. 68. Neymar. 0-4. M. 71. Neymar. 0-5. M. 87. Messi. 0-6. M. 92. Pedro.Árbitro: Clos Gómez expulsó a Fajr por doble amarilla (m. 57). Amonestó a Cisma, Ñíguez, Pelegrín, Jonathas, Mascherano, Alba y Lombán.Martínez Valero. 28.235 espectadores.
Vencido Tyton, los goles llegaron de forma fácil y sencilla para el
Barcelona. A los azulgrana les alcanzó con poca cosa para poner tierra
de por medio y cerrar después el partido, sobre todo por la inferioridad
del Elche, que jugó más de media hora con uno menos por la expulsión de
Fayçal, tan merecida como la que le perdonó el colegiado a Pelegrín
después de cometer penalti sobre Neymar, más terminal que Messi. Al
argentino le dio por ejercer de 10 después de no funcionar como 9 ni como 7.
Luis Enrique cambió a los tres futbolistas de medio campo y puso a
Messi de falso 9. Varió la mecánica de juego y los automatismos ante un
contrario que se desplegó con tres mediocentros por detrás del gladiador
Jonathas. Aumentó la posesión y el volumen de fútbol en la divisoria
azulgrana y por el contrario perdió de salida verticalidad, profundidad y
llegada, excesivamente pendiente de las conducciones de Messi, alejado
del arco de Tyton.
A pesar de la intensidad contagiosa de Mascherano, ubicado como
pivote, al equipo le faltaba sorpresa, apenas le daba velocidad al
balón, no encontraba soluciones ofensivas frente al organizado rival. No
había ocasiones, se echaba en falta a Alves y a Rakitic y sólo se
advertía la trifulca de Neymar con Damián. Hubo un momento en que
pareció como si Messi nunca hubiera jugado en la punta de ataque del
Barça. La incomodidad del 10 se extendió a todo el equipo de Luis
Enrique.
Los barcelonistas miraban extrañados al banquillo, hablaban más que
jugaban, no aparecían los laterales y menos Montoya, poco fiable, para
la tranquilidad del Elche. No jugaba ni por dentro ni por fuera el
Barcelona, incapaz de rematar entre los tres palos, y Fayçal por el
contrario exigió dos veces seguidas al solvente Bravo. Agresivo y bien
plantado, el Elche no concedía oportunidades y sus contras tenían mucha
intención, sobre todo cuando encaraban a Alba y Montoya.
El partido estuvo más de media hora muy igualado, sin desequilibrio
por parte del Barça, parecido al que provocó la estruendosa caída en
Anoeta. Los azulgrana no tenían más recurso que la estrategia,
especialmente las faltas manejadas por Messi. Hasta que en la tercera
intervino Xavi y sin demora ni pedir distancia, con la zaga local en
Babia, puso la pelota en el segundo palo para el resolutivo Piqué. El
central paró el cuero con el pecho y enganchó un tiro que batió a Tyton
después de dar en Cisma.
A partir del gol de Piqué, los azulgrana mezclaron mejor, más
organizados desde que los interiores recuperaron su puesto natural (Xavi
a la derecha y a la izquierda Rafinha) y Messi se desplazó hasta el
extremo derecho mientras centraba su posición Pedro. A los
barcelonistas, sin embargo, les costó estabilizar su fútbol, los
centrales cometieron hasta tres errores seguidos y el Elche estuvo un
rato cerca de Bravo.
Apareció entonces Neymar y se marcó un final de partido estupendo, en
la línea de las muy buenas actuaciones que tiene desde la llegada de
Luis Enrique. A la carrera, sorteando rivales, le sacó un penalti de
libro a Pelegrín, transformado por Messi, y después marcó dos tantos en
dos asistencias preciosas del 10. Neymar y Messi se relamieron desde la
expulsión de Fayçal. El brasileño ya cuenta 19 goles mientras el
argentino alcanza 31.
Messi no quiso despedirse sin dejar su tanto de jugada y le puso el
punto final de forma precisa a un pase de Neymar. La guinda la firmó el
trabajador Pedro, para completar la goleada de la delantera, después de
un centro decisivo de Neymar en una acción iniciada por Rafinha. Ya son
23 tantos desde Anoeta y 18 ante el Elche en cuatro partidos mientras
Bravo solo ha encajado nueve en la Liga. Messi cuenta los goles a favor y
Luis Enrique se felicita por los que no recibe: es el equilibrio del
Barça.
Aunque la intensidad defensiva fue escasa, los puntas no perdonaron
ni una en una segunda parte tan divertida como dificultosa resultó la
primera, cuando Neymar se las tenía con Damián. A la que se soltó,
Neymar conquistó el Martínez Valero con la complicidad de Messi. Al
Barça le salió un partido a pedir de boca.
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