lunes, 12 de noviembre de 2012


Trabajadores pobres, un fenómeno en alza.




J. Manuel Marañón

Este artículo es un extracto del trabajo "Trabajadores pobres y empobrecimiento en España" de la Fundación 1º de Mayo, artículo hecho para publicación periodística

 


El tener trabajo ya no es una salvaguarda ante las situaciones de pobreza. La precarización de las condiciones de trabajo y el debilitamiento del Estado de Bienestar están provocando un empobrecimiento creciente de la población trabajadora, cuyo porcentaje se ha incrementado en un 12 por ciento desde el comienzo de la crisis.

En el proceso de empobrecimiento de los trabajadores intervienen varios fatores, pero está asociado a la precariedad laboral y socioeconómica y afectado por determinados aspectos personales o familiares.

En España, las medidas tomadas, tanto desde el punto de vista laboral como desde el punto de vista del recorte de los servicios públicos, están contribuyendo a que el fenómeno de los trabajadores pobres se haya incrementado de una manera muy acusada.

Una parte importante de las consecuencias del empobrecimiento de la población es irreversible. La malnutrición infantil, la insalubridad de las condiciones de vida, la reducción de la atención y cuidado de la salud o la mala atención de las personas en situación de dependencia son sólo algunas de ellas.

La crisis económica ha agudizado la pobreza de las personas con empleo, con diferente impacto en función de las desigualdades laborales previamente existentes. La fuerte precariedad del empleo, la reducción de los salarios o la prolongación de la jornada de trabajo son algunos de los elementos que ponen de relieve esta tendencia.

La reforma laboral decretada recientemente supone un fuerte recorte de derechos laborales y sociales. Lejos de solucionar las debilidades del mercado laboral, la reforma precariza el acceso al empleo, aumenta la segmentación del mercado de trabajo, abarata el despido, otorga al empresario un poder absoluto sobre las condiciones laborales de los trabajadores (incluyendo el salario), quebranta el derecho a la negociación colectiva y termina con la ultraactividad de los convenios. Se configura así un nuevo marco de derecho laboral que permite ahondar en el riesgo de pobreza de los trabajadores/as, sobreendeudados en un contexto de alza de los precios de los productos más básicos.

El empobrecimiento de los trabajadores no es homogéneo. El trabajo por cuenta propia, la temporalidad, la inestabilidad y la parcialidad son condiciones laborales que se encuentran asociadas a mayor nivel de riesgo de pobreza.

Por otra parte, los diferentes recortes implicarán la vuelta de las mujeres a las labores de cuidado en el hogar. Este hecho está justificado por un trabajo especialmente precarizado para ellas, el incremento de las tasas educativas, la supresión de la educación infantil pública así como las becas de comedor o los recortes en la atención a la dependencia.

Los problemas económicos de los hogares pueden agudizar el problema demográfico en España. Las dificultades de las familias hacen prever un descenso de la natalidad, y con ello un envejecimiento creciente de la población en España lo que dificultará la sostenibilidad económica de las pensiones. Mientras recaiga el cuidado tanto de la vejez como de la niñez sobre las mujeres en los hogares no cabe sino esperar este descenso.

Es decir, se han tomado medidas cuyas consecuencias ya se están haciendo palpables, mientras la cobertura social se adelgaza. El aumento de las situaciones de pobreza y exclusión social implica un incremento de la demanda de servicios sociales, que sin embargo, se están viendo seriamente afectados por los recortes. La sanidad, la educación, la atención a la dependencia…. ya han sufrido importantes recortes, lo que afecta a las condiciones de vida y trabajo de las personas, a la igualdad de oportunidades y a la cohesión social.

Las pensiones y las prestaciones por desempleo han supuesto en España una de las claves para contener las situaciones de pobreza de las personas en los márgenes del mercado de trabajo y sus familias. Los límites para el acceso a los derechos de cobertura por desempleo así como el incremento del gasto familiar en materia educativa o sanitaria merman la capacidad de supervivencia de las más de 5,5 millones de personas en situación de desempleo y de los 475 mil hogares con todos sus miembros en paro. A esta dramática situación se suma la previsión de importantes recortes tanto en la cobertura por desempleo como en el sistema de pensiones, cuyas consecuencias pueden incrementar las situaciones de pobreza en los hogares.

A la altísima tasa de desempleo se añaden el fuerte endeudamiento de las familias y las medidas impositivas regresivas. Esta situación no sólo agrava la desigualdad social, sino que implica una contracción del consumo y con ello una prolongación de la recesión económica. El mantenimiento de un sistema de recaudación fiscal insuficiente e injusto no hace sino empeorar la situación.

Para finalizar decir que entendemos que lo peor está por venir. Las perspectivas de aumento del paro, de descenso de las rentas de los hogares para los próximos años, así como las previsibles nuevas políticas de recortes, supondrán un empobrecimiento general de la población española y descenso sustancial de la calidad de sus condiciones de vida. Los datos existentes hasta la fecha permiten apuntar que al finalizar 2012 es previsible que se haya alcanzado una tasa de pobreza cercana al 28%, y cabe esperar que, ante los importante recortes sociales, el ritmo de aumento de la pobreza se acelere en los próximos años.



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