Comarca pasiega: EL MEDIO FÍSICO.
Texto de J.Manuel García Diego (www.garcia-diego.com)
Me parece apropiada la división que hace la obra RECUPERACIÓN, ORDENACIÓN, Y EXPLOTACIÓN RACIONAL DE LAS ZONAS DE MONTAÑA: LOS VALLES ALTOS DEL PAS Y DEL MIERA, de varios autores que edita la Asociación Científico Cultural de Estudios Pasiegos (1991), de la comarca pasiega para su estudio en: Vegas, Zonas de Media Altura y Zonas Altas.
Las vegas o zonas bajas escasean en las tres villas pasiegas, siendo la más relevante la de la Vega de Pas, siendo la única que tiene su capitalidad en llano. Se corresponde con el paso del río Pas entre montañas. Estos valles son muy importantes en la economía ganadera pasiega ya que las cabañas vividoras instaladas en las zonas bajas sirven de refugio al ganado y sus dueños de los largos inviernos en los que la nieve y la falta de pastos hace imposible la vida en las zonas altas.
La escasez del terreno llano – los pasiegos siempre han suspirado por el terreno llano, y así puede verse cuando "emigran" con vacas a "la Montaña" siempre pagan más que nadie en la disputa por comprar las fincas llanas, cómodas y fácilmente adaptables a la maquinaria agrícola – hace que este sea objeto de especulación y que haya caído en manos de comerciantes y empresarios del sector servicios de la zona, que con su propiedad aseguran estar preparados ante una hipotética llegada de turismo más o menos masivo, y que entretanto ceden a los ganaderos, que no pueden competir económicamente, en régimen de arrendamiento.
Las zonas medias son adecuadas para la explotación agrícola, y ha sido ganada generalmente al monte bajo o bosque para destinarlo a explotación intensiva. En estas zonas medias las condiciones climáticas son soportables y suelen ubicarse en ellas las denominadas "cabañas vividoras", destinadas a residencia más o menos fija de ganados y ganaderos.
Las zonas altas - situadas por encima de los 700-800 metros – son la tipología típica de la comarca pasiega. Tradicionalmente parece que tenían un población arbórea importante con bosques de robles y hayas, mezclados con pradería rica en pastos, que han ido mudando con el paso de los años en terreno estéril, inhóspito, proceso que continúa en la actualidad a pasos acelerados. Hay dos factores que han contribuido a este fenómeno: la quema voluntaria de los ganaderos del monte bajo para obtener pastos en la primavera-verano siguiente, y la escasa concienciación y planificación repobladora de los organismos antes estatales y ahora autonómicos.
En definitiva estamos ante altas montañas que dan paso a los ríos Pas y Miera, además de sus afluentes, a través de profundos valles, que recogen lluvias torrenciales en un lugar con abundante pluviometría. Este es el escenario donde han vivido y desarrollado nuestros protagonistas.
García-Lomas cita la descripción de Miguel de Unamuno: " Luego atravesamos el valle de Pas, todo austero recogimiento, de una paz triste, parecen tumbas, con sus techos de pizarra. Una carretera que crece la hierba, que serpentea en revueltas al pie del macizo del lomo de Pas, todo sombra y todo silencio. En el fondo corre el Pas, al que da alguna vez vida una cascada. Es un paisaje musical, pero de música litúrgica, gregoriana, de pocas notas, y ellas de órgano."
Me parece apropiada la división que hace la obra RECUPERACIÓN, ORDENACIÓN, Y EXPLOTACIÓN RACIONAL DE LAS ZONAS DE MONTAÑA: LOS VALLES ALTOS DEL PAS Y DEL MIERA, de varios autores que edita la Asociación Científico Cultural de Estudios Pasiegos (1991), de la comarca pasiega para su estudio en: Vegas, Zonas de Media Altura y Zonas Altas.
Las vegas o zonas bajas escasean en las tres villas pasiegas, siendo la más relevante la de la Vega de Pas, siendo la única que tiene su capitalidad en llano. Se corresponde con el paso del río Pas entre montañas. Estos valles son muy importantes en la economía ganadera pasiega ya que las cabañas vividoras instaladas en las zonas bajas sirven de refugio al ganado y sus dueños de los largos inviernos en los que la nieve y la falta de pastos hace imposible la vida en las zonas altas.
La escasez del terreno llano – los pasiegos siempre han suspirado por el terreno llano, y así puede verse cuando "emigran" con vacas a "la Montaña" siempre pagan más que nadie en la disputa por comprar las fincas llanas, cómodas y fácilmente adaptables a la maquinaria agrícola – hace que este sea objeto de especulación y que haya caído en manos de comerciantes y empresarios del sector servicios de la zona, que con su propiedad aseguran estar preparados ante una hipotética llegada de turismo más o menos masivo, y que entretanto ceden a los ganaderos, que no pueden competir económicamente, en régimen de arrendamiento.
Las zonas medias son adecuadas para la explotación agrícola, y ha sido ganada generalmente al monte bajo o bosque para destinarlo a explotación intensiva. En estas zonas medias las condiciones climáticas son soportables y suelen ubicarse en ellas las denominadas "cabañas vividoras", destinadas a residencia más o menos fija de ganados y ganaderos.
Las zonas altas - situadas por encima de los 700-800 metros – son la tipología típica de la comarca pasiega. Tradicionalmente parece que tenían un población arbórea importante con bosques de robles y hayas, mezclados con pradería rica en pastos, que han ido mudando con el paso de los años en terreno estéril, inhóspito, proceso que continúa en la actualidad a pasos acelerados. Hay dos factores que han contribuido a este fenómeno: la quema voluntaria de los ganaderos del monte bajo para obtener pastos en la primavera-verano siguiente, y la escasa concienciación y planificación repobladora de los organismos antes estatales y ahora autonómicos.
En definitiva estamos ante altas montañas que dan paso a los ríos Pas y Miera, además de sus afluentes, a través de profundos valles, que recogen lluvias torrenciales en un lugar con abundante pluviometría. Este es el escenario donde han vivido y desarrollado nuestros protagonistas.
García-Lomas cita la descripción de Miguel de Unamuno: " Luego atravesamos el valle de Pas, todo austero recogimiento, de una paz triste, parecen tumbas, con sus techos de pizarra. Una carretera que crece la hierba, que serpentea en revueltas al pie del macizo del lomo de Pas, todo sombra y todo silencio. En el fondo corre el Pas, al que da alguna vez vida una cascada. Es un paisaje musical, pero de música litúrgica, gregoriana, de pocas notas, y ellas de órgano."
No hay comentarios:
Publicar un comentario