lunes, 24 de enero de 2011

El mejor Iniesta

El volante del Barça bate su récord de goles (siete) a partir de la continuidad (20 titularidades), el equilibrio y su posición de 10

RAMON BESA - EL PAÍS - 24/01/2011
 
 
 
Nada más llegar Pep Guardiola al banquillo del Barcelona, en el verano de 2008, Andrés Iniesta le preguntó: "¿Qué tengo que hacer para meter más goles?". El entrenador, prendado del jugador manchego desde que era infantil, le respondió: "¡Y a mí me lo dices cuando no metía ni uno siendo futbolista!". Justamente cuando acaba de empezar la segunda vuelta, Iniesta ha marcado su séptimo gol en la Liga, uno más que en todo el ejercicio 2006-2007. Nunca había metido tantos desde que debutó en el Barça. El curso pasado solo contó uno y en la temporada 2008-2009 celebró cuatro. El centrocampista ha encontrado la respuesta a su pregunta en cuanto el técnico le ha puesto en cada partido. Iniesta ha sido titular en todas las jornadas del campeonato (20). Ha dejado de ser un futbolista de momentos para convertirse en el hilo conductor del equipo en todos los partidos.
      "Andrés es el fichaje del año", afirma Guardiola, su valedor desde siempre


      Iniesta ya no es solo el chico que reparte caramelos, como decía Frank Rijkaard, ni tampoco es simplemente Sweet, calificativo utilizado por la prensa británica. No ha perdido exquisitez, ni capacidad de sorpresa, ni tampoco ha dejado de ser la mejor solución a los problemas del equipo o el punto final a las actuaciones solemnes, como pasó en Stamford Bridge en la Copa de Europa o, con España, en la final de la Copa del Mundo. La mayoría de sus goles continúan siendo muy bonitos y sus gestos técnicos resultan a menudo prodigiosos. La diferencia es que hoy es un jugador más regular y, por extensión, su juego tiene más continuidad. A más partidos, más goles y menos lesiones. Las sesiones con el fisioterapeuta del Barça, Emili Ricart, y también el contacto con el de la selección española, Raúl Martínez, le han ayudado a encontrar el equilibrio perfecto.
      El cuerpo y la mente funcionan tan bien que Iniesta recuerda a veces a Zidane, a Luis Suárez, al 10 clásico, al interior de siempre que sabe pasar y tocar, regatear e irrumpir en el área. Ha encontrado el sitio en su equipo y en la selección. Jugar de falso extremo, pegado a la banda izquierda, resultaba un buen recurso para el Barça, sobre todo en cancha ajena, pero no era lo mejor para él. Aunque nunca se quejó, Iniesta prefería jugar entre líneas, cerca del área, como hace desde la llegada de Villa. Excelente técnicamente, se maneja muy bien en el mano a mano, acelera y rompe en el momento justo, genera situaciones de superioridad sin necesidad de combinar con nadie. Ha interpretado a la perfección el mensaje de Guardiola: "No quiero a nadie en el área. No hay que estar, lo que nos conviene es llegar".
      Jugador que se perfila bien por los dos costados, se aproxima al portero rival por dentro y por fuera. Un pase cada minuto, un regate cada cuarto de hora y un gol de vez en cuando. La productividad de Iniesta ha mejorado desde que recuperó su posición ideal en la cancha, así que no es extraño que le aplaudan en casa y fuera. Los zagueros ya no le dejan porque ahora tiene tiro y vuelve a marcar goles con la derecha y con la izquierda, algo habitual cuando era un juvenil azulgrana. La actuación de Iniesta ha sido hasta ahora tan completa que Guardiola ha concluido: "Andrés es el fichaje del año".

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