La democracia imperfecta.
J.Manuel Marañón.
Comenzaré aquí una serie de breves reflexiones, serie que no sé si va ser corta o inmensa y en la que no pretendo hacer sesudas y ajustadas disquisiciones sobre los grandes temas. Solamente quiero hacer sencillas reflexiones sobre un abanico de asuntos, tratando de plantear, al mismo tiempo, los sencillos interrogantes que se puede hacer el ciudadano/a de la calle.
Se reunieron los dirigentes de los 27 estados de la UE y decidieron que plan de ajuste tenía que hacer España.
Cuando vamos a unas elecciones generales, como ciudadanos/as de este país votamos un gobierno para que entendemos va a tener capacidad de dirigir la política del país, valga la redundancia, y, mas en concreto, la política socioeconómica.
Si lo dejaría aquí se me echarían encima como jaurías de lobos la pléyade de expertos que propugnan soluciones siempre lesivas para los mismos basándose en pronósticos que muchas veces son errados.
Dirán que en un mudo globalizado, pensar que los gobiernos de los estados son autónomos para decidir su política económica es de incautos. Y efectivamente es así.
Pero entonces, estamos en una democracia imperfecta porque los ciudadanos/as no tenemos ningún mecanismo que nos permita intervenir en la elección de los que realmente toman las decisiones.
Y una última curiosidad. Merkel parece que ha intentado comenzar a poner coto a las transacciones especulativas. Efectivamente, las medidas de al UE necesitan coordinación. Pues venga, ánimos la UE a hacerlo sin más líos de formas.
Podemos decir, también, que Merkel es la misma que retrasó las decisiones sobre Grecia porque había en su país unas importantes elecciones regionales Pero nadie dice que Zapatero aplazó sine die la decisión de tomar las medidas antiespeculación porque perjudicaban a la City londinense y eso no le venía bien a Brown en período preelectoral.
Es decir que votamos a unos señores incapaces de velar por nuestros derechos e intereses.
J.Manuel Marañón.
Comenzaré aquí una serie de breves reflexiones, serie que no sé si va ser corta o inmensa y en la que no pretendo hacer sesudas y ajustadas disquisiciones sobre los grandes temas. Solamente quiero hacer sencillas reflexiones sobre un abanico de asuntos, tratando de plantear, al mismo tiempo, los sencillos interrogantes que se puede hacer el ciudadano/a de la calle.
Se reunieron los dirigentes de los 27 estados de la UE y decidieron que plan de ajuste tenía que hacer España.
Cuando vamos a unas elecciones generales, como ciudadanos/as de este país votamos un gobierno para que entendemos va a tener capacidad de dirigir la política del país, valga la redundancia, y, mas en concreto, la política socioeconómica.
Si lo dejaría aquí se me echarían encima como jaurías de lobos la pléyade de expertos que propugnan soluciones siempre lesivas para los mismos basándose en pronósticos que muchas veces son errados.
Dirán que en un mudo globalizado, pensar que los gobiernos de los estados son autónomos para decidir su política económica es de incautos. Y efectivamente es así.
Pero entonces, estamos en una democracia imperfecta porque los ciudadanos/as no tenemos ningún mecanismo que nos permita intervenir en la elección de los que realmente toman las decisiones.
Y una última curiosidad. Merkel parece que ha intentado comenzar a poner coto a las transacciones especulativas. Efectivamente, las medidas de al UE necesitan coordinación. Pues venga, ánimos la UE a hacerlo sin más líos de formas.
Podemos decir, también, que Merkel es la misma que retrasó las decisiones sobre Grecia porque había en su país unas importantes elecciones regionales Pero nadie dice que Zapatero aplazó sine die la decisión de tomar las medidas antiespeculación porque perjudicaban a la City londinense y eso no le venía bien a Brown en período preelectoral.
Es decir que votamos a unos señores incapaces de velar por nuestros derechos e intereses.
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