JORGE GARCÍA - PÚBLICO - 26/03/2010
La cantante presenta Momentos, un doble CD con sus temas más especiales
La cantante portuguesa Dulce Pontes (Montijo, 1969) rebosa alegría y felicidad. No deja de sonreír. La dulzura y la armonía que desprenden sus canciones no se queda sólo en el escenario. Tanto ama su profesión que, hasta cuando está lejos de los escenarios, tararea fragmentos de sus melodías. Ahora está de promoción con su último disco, Momentos (Galileo Music). "Mi intención no era incluir únicamente temas inéditos, sino también momentos que para mí son especiales e irrepetibles", comenta Pontes sobre su nuevo álbum.
A la cantante siempre se le asocia con el fado, un género que domina. Sin embargo, ella intenta huir de estas etiquetas: "Cantar sólo fados me aburriría de muerte, necesito interpretar más géneros. La música popular portuguesa es tan amplia y ha evolucionado tanto que tengo la suerte de poder cambiar de registro".
Pontes no es esclava de los estudios de grabación. Para ella es fundamental el trato con el público y vivir en directo la música, hasta el límite de hacer arreglos minutos antes de comenzar el concierto. "El estudio es como un laboratorio frío. A mí lo que me motiva es la conexión directa con el público y evitar la repetición. Me encanta lo imprevisto", destaca la cantante.
A la cantante siempre se le asocia con el fado, un género que domina. Sin embargo, ella intenta huir de estas etiquetas: "Cantar sólo fados me aburriría de muerte, necesito interpretar más géneros. La música popular portuguesa es tan amplia y ha evolucionado tanto que tengo la suerte de poder cambiar de registro".
Pontes no es esclava de los estudios de grabación. Para ella es fundamental el trato con el público y vivir en directo la música, hasta el límite de hacer arreglos minutos antes de comenzar el concierto. "El estudio es como un laboratorio frío. A mí lo que me motiva es la conexión directa con el público y evitar la repetición. Me encanta lo imprevisto", destaca la cantante.
Peter Gabriel, en sus sueños
Para Dulce Pontes, uno de los momentos más increíbles de su carrera fue representar a su país en Eurovisión, en 1991, cuando iniciaba su carrera musical. El festival fue en Roma y era la primera vez que cantaba con una orquesta. "Estaba emocionada, nunca antes me había podido escuchar con una orquesta", recuerda. El próximo sueño que tiene es cantar con Peter Gabriel, al que admira tanto por su voz como por sus composiciones.
Aparte de promocionar su nuevo disco, la cantante portuguesa está inmersa en dos nuevos proyectos. Uno es Nudez, un álbum más conceptual y en el que buscará la desnudez hasta las últimas consecuencias. El otro, es un CD de homenaje a España. "El homenaje es más que merecido, me identifico con muchos poemas españo-les. Tenía muchas ganas de cantar en español, gallego, catalán y euskera", concluye Pontes.
Para Dulce Pontes, uno de los momentos más increíbles de su carrera fue representar a su país en Eurovisión, en 1991, cuando iniciaba su carrera musical. El festival fue en Roma y era la primera vez que cantaba con una orquesta. "Estaba emocionada, nunca antes me había podido escuchar con una orquesta", recuerda. El próximo sueño que tiene es cantar con Peter Gabriel, al que admira tanto por su voz como por sus composiciones.
Aparte de promocionar su nuevo disco, la cantante portuguesa está inmersa en dos nuevos proyectos. Uno es Nudez, un álbum más conceptual y en el que buscará la desnudez hasta las últimas consecuencias. El otro, es un CD de homenaje a España. "El homenaje es más que merecido, me identifico con muchos poemas españo-les. Tenía muchas ganas de cantar en español, gallego, catalán y euskera", concluye Pontes.
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